miércoles, 24 de febrero de 2016

DIEGO, OTRA VÍCTIMA DEL ACOSO ESCOLAR


 
Las muertes por acoso escolar se cuentan ya por miles
 
 
 
«Papá, mamá... espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir»

Fueron las últimas palabras que escribió el pequeño Diego, de once años, antes de arrojarse desde la ventana de su habitación. Tras el trágico suceso surge de inmediato una cuestión: ¿por qué? ¿Qué lleva a un niño de esta edad a desear morir? Anteriormente el niño ya había denunciado el trato vejatorio que sufría por parte de otros alumnos en el centro de Nuestra Señora de los Ángeles (Madrid), que incluía insultos, asilamiento, amenazas e incluso la utilización de redes sociales. Esto nos conduce a otro "porqué" mucho más difícil de comprender, sobre todo por el veneno tan absurdo y terrible que encierra su respuesta. Comprender que el hombre es alimento para el hombre resulta difícil, pero cuando hablamos de niños, la dificultad se dispara hasta lo imposible. Igual de difícil es entender la actitud de muchos padres o del propio profesorado. Recordemos si no el caso de la pequeña María, alumna del mismo centro, que también intentó suicidarse por el acoso de sus compañeras en el año 2010, y que contó a un diario: «Los profesores dejaban que otras niñas me pegaran porque decían que eso me haría más fuerte». O el del propio juzgado, que considera insuficientes las pruebas de acoso hacia Daniel y no ha dudado en archivar el caso y olvidarlo. Otros muchos niños seguirán siendo torturados en los colegios, otros tantos optarán por quitarse la vida, pero ninguno aprenderá a respetarla, y no lo harán porque carecen de ejemplo, tanto en los colegios como en su propia casa. Descanse en paz, Diego.
 
 
 

sábado, 25 de julio de 2015

CINDY, LA ACTRIZ TAIWANESA, OTRA VÍCTIMA MORTAL DEL CIBERACOSO


Cindy, otra víctima de esa terrible lacra que es el ciberacoso


Cyndi, de apenas 24 años, era actriz y modelo. Su carrera acababa de empezar pero prometía un futuro brillante; presentadora del exitoso programa "jugando al amor" y protagonista del film "Primero de mayo", se había convertido ya en toda una celebridad, y en un ejemplo para la juventud taiwanesa. Todos la adoraban, o eso parecía. Los ataques surgieron en la red social Facebook, de improviso, desde varios frentes distintos, y con un sadismo desproporcionado. Se sabe que la semilla de esta tortura germinó en su círculo de amistades más íntimas, que todo comenzó por algo tan humano y milenario como la envidia, y que este veneno, potenciado por la popularidad de la víctima, que viralizaba los ataques a una velocidad imparable, bastó para destrozar la estabilidad emocional de la joven y conducirla a una profunda depresión. Meses después, mientras la red social continuaba con el linchamiento, Cyndi decidió escapar quitándose la vida.  
 
Su muerte ha servido para reforzar las leyes contra el ciberacoso en Taiwán, tal y como señaló el jefe de la Fiscalía de Taichung:
"El ciberacoso que lleve consigo la propagación de rumores falsos que atenten contra la verdad y el buen nombre, constituye una ofensa que debe ser castigada".

Por desgracia, y como sucede siempre, se ha pagado un precio demasiado alto.  

Descansa en paz, Cindy.




 
 

jueves, 25 de diciembre de 2014

MANUEL JOAQUÍN BLANCO GARCÍA: EL PEDERASTA QUE SE HACÍA LLAMAR MALOCHICO17









INDESEABLE2: Manuel Joaquín Blanco García
Edad: Alrededor de los 58 años en el momento de ser detenido
Ingeniero de sistemas, acomodado, con mucho tiempo libre para moverse en las redes
Excusa para sus ataques: "Los abusos eran consentidos"
Realidad: Soy un depredador sexual

 
A Manuel Joaquín Blanco García, de unos cincuentaiocho años de edad, le gustaba moverse por las redes con un perfil mucho más joven. Coleta, tatuajes y una ensayada actitud juvenil le ayudaban a engañar a las personas que iba encontrándose, en su mayoría jovencitas menores de edad a las que engatusaba con sus malas artes. Su alias para cazar era malochico17, y gracias a él consiguió aprovecharse de un buen número de menores, con algunas de las cuales llegó a citarse en habitaciones de hoteles, siempre a oscuras, para dar rienda suelta a sus bajos instintos sexuales. Cuando una víctima descubría la verdad, Manuel Jaquín Blanco utilizaba los videos íntimos que la propia persona le había proporcionado anteriormente vía web cam, o sus confesiones por chat, para extorsionarla. Pero la extorsión terminaba degenerando siempre en un juego aún más sádico. Manuel Joaquín Blanco García, como la mayoría de acosadores, disfrutaba destrozando la estabilidad emocional de sus víctimas. Para él sólo eran una fuente de placer, sexual y emocional, objetos que podía utilizar y destruir a placer. Por fortuna, gracias a la valentía de algunas de las víctimas, y a los esfuerzos de la Brigada de Investigación Tecnológica, este ciberacosador acabó siendo detenido. Actualmente cumple una condena de 29 años por abuso y pornografía infantil. Como en otros casos conviene tenerlo vigilado, y no olvidar el monstruo que anida en su interior.
 
 
 

martes, 23 de diciembre de 2014

MONICA LEWINSKY DECLARA LA GUERRA AL CIBERACOSO







Monica Lewinsky, ex becaria de la Casa Blanca, se ha posicionado recientemente como defensora de las víctimas de ciberacoso. Desde su cuenta de twitter pretende formar un frente común en el que denunciar toda clase de abusos y agresiones en internet. Monica Lewinsky explica este movimiento desde la experiencia; el escándalo por su relación con el presidente Bill Clinton casi terminó con ella. Tras vivir un retiro europeo de varios años y haber pasado por una severa depresión, la ex becaria regresa con intención de combatir los linchamientos públicos y el acoso moral en las redes. Lo explica así:

"¿Cómo te sentirías si vieras tu nombre y tu retrato hecho trizas en internet?", se preguntó Lewinsky en el acto, donde disertó sobre sexismo y ciberacoso y confesó que la idea del suicidio cruzó su mente tras destaparse su relación con el expresidente Bill Clinton.





miércoles, 19 de noviembre de 2014

FREDERICK TEJEDA: EL MONSTRUOSO IDIOTA QUE SOÑÓ CON SER IMPORTANTE




Frederick Tejeda, acosador sádico y pervertido


 
 
 
INDESEABLE 1: Frederick Tejeda
Edad (Cuando inició el acoso): 19 años
Estudiante de psicología en Southwestern College, California
Excusa para sus ataques: "Violó a mi prima". Y más tarde: "No violó a mi prima, en realidad soy un genio enfrascado en estúpidos experimentos psicosociales".
Realidad: Soy un acosador, un monstruo pervertido.



Creó el espacio en Facebook "Mother Of Bebecito Emoxito", vehículo de caracter viral para toda clase de insultos y abusos dirigidos a la imagen de Alexis Villanueva, de 20 años. La naturaleza y la intensidad de los ataques alcanzaron niveles realmente despreciables, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de estos hacían referencia al aspecto físico de la víctima, afectado por el síndrome de Apert (trastorno congénito que afecta a la formación del cráneo, las manos y los pies). Evidentemente estamos ante una persona sin empatía alguna, ansiosa de notoriedad y, por el trazo grosero de su trayectoria, bastante idiota. El monstruo llamó monstruo a su víctima, la rebajó en público, la humilló, utilizó todos los medios que pudo reunir para cazarla y destruirla, y todo por mera diversión. Cuando fue preguntado por el motivo que le llevaba a comportarse así, Frederick, nuestro estúpido monstruo, se colgó el disfraz de obstinado vengador y no dudó en señalar a su víctima y culparla de haber violado a una familiar cercana. A nadie le sorprenderá que un mierda de este calibre eche mano de mentiras igual de monstruosas que él para justificarse, como tampoco es cosa de sorpresa escuchar su segundo subterfugio, una vez se demostró la inocencia de Alexis: "Realmente la culpa es de aquellos que creyeron mis mentiras...", y añadió: "Volvería a repetirlo". Despreciable, ¿verdad? Y sin embargo, existe algo mucho más despreciable que él, más monstruoso. Cuesta aceptar que una plataforma creada por y para el odio como "Mother Of Bebecito Emoxito", en la que se linchaba diariamente a una persona indefensa, llegase a tener 98.084 "Me gusta", cuesta creer que todos esos participantes se uniesen al acosador en sus ataques, que no reaccionaran a favor de la víctima, que no hicieran nada por detener esta injusticia. Trae a mi memoria aquella moralina de vodevil que animaba a la gente a reírse del diferente, y más tarde, a exterminarlo en cámaras de gas. ¿Tan poco hemos cambiado? De no ser por el interés del investigador Oxlack Castro (verdadero adalid defensor en todo este caso) los abusos continuarían, toda esa gente que ahora se horroriza de lo sucedido seguiría aplaudiendo y arrojando frutas podridas al rostro de Alexis, bailando al son de un imbécil como Frederick Tejeda. Aún hoy pueden encontrarse múltiples perfiles falsos de Alexis Villanueva en Facebook, perpetuando la cruel broma; incluso el espacio original "Mother Of Bebecito Emoxito", lejos de haber sido cerrado, continúa existiendo (con ¡843 "Me gusta"!), renegando de sus pecados, enfocando su existencia hacia otros caminos, pero conservando las fotografías y las caricaturas de su víctima, como si fuesen los trofeos de un maldito pervertido. No lo dudéis, antes o después este sujeto volverá a hacerlo, es la naturaleza del acosador. Está en vuestra mano seguir sus huellas de mierda o plantarle cara.






sábado, 15 de noviembre de 2014

CRIMINALES EN LA RED




El acosador sólo necesita de un ingrediente para iniciar su particular guerra: el odio. Ningún otro ingrediente es tan volátil y abundante como éste; todos hemos sido odiados en algún momento de nuestra vida, o lo seremos en el futuro, por motivos que escapan muchas veces a nuestra comprensión. Todos hemos odiado, contamos con ello, y también con la fugacidad de su influencia. Pero a veces sucede que el odio se enquista en una persona, hundiéndose y pasando a formar parte de su torrente sanguíneo. Estas personas se convierten en títeres de su lado más sádico y repulsivo. Obligadas a evacuar el veneno que las consume por dentro, buscan la fuente de su sentimiento, la persona que despertó en ellos el celo, la envidia, el deseo de imponerse, y se afanan en destruirla. De este modo, con una chispa tan mundana, comienza el acoso. Actualmente, la red se ha convertido en un caldo de cultivo más que idóneo para este tipo de práctica; la sensación de impunidad, la aparente seguridad que ofrece a los atacantes, la convierten en el perfecto torreón desde el que disparar contra las víctimas. Los casos se cuentan ya por miles, todos con un perfil casi idéntico: sujeto resentido se sirve de blogs, mails, o redes sociales para ensuciar el nombre de la víctima, tejiendo alrededor de esta una telaraña de embustes y calumnias que acaban aislándola, y convirtiéndola en un blanco aún más fácil para sus ataques. Por norma general los ataques cesan cuando el entorno reacciona de forma saludable, ignorando los argumentos del atacante y recelando de sus intenciones, pero esto no sucede casi nunca. La mayoría de los testigos miran hacia otro lado, o jalean favorablemente el comportamiento del acosador, por considerarlo divertido y hasta justo. Esta masa gris e indecisa se acaba convirtiendo en cómplice del agresor. También es bastante común encontrar personas que se sirven de los ataques del acosador para sus propios fines. Esta es la triste verdad, éste es el entorno al que se enfrenta la víctima.
Una situación de ciberacoso puede durar años. La ley es lenta y estos criminales se aprovechan de esto. A menudo la víctima termina somatizando la frustración y la rabia contenidas, padeciendo de fuertes ataques de ansiedad que en la mayoría de los casos necesitan de tratamiento. Su entorno laboral y social se verá terriblemente afectado, y se topará con cientos de muros infranqueables que considerarán su caso un problema tonto de fácil solución. Todas las víctimas lo explican del mismo modo: "hay que vivirlo para conocer su importancia". Son muchos los casos que han terminado en suicidio, otros se alargan en el tiempo como un infierno mudo e invisible que nadie tiene en cuenta. Siendo conscientes de esta realidad, CRIMINALES EN LA RED pretende dar espacio a todas esas personas que están viviendo un caso de ciberacoso, y también a todas las que quieran denunciar contenido inadecuado u ofensivo en blogs, webs o redes sociales. Este blog carece de poder judicial para poner fin a los ataques, pero sí servirá para advertir a otras personas sobre comportamientos delictivos y evitarles así tropezar con la misma piedra. Paremos entre todos este abuso.