sábado, 15 de noviembre de 2014

CRIMINALES EN LA RED




El acosador sólo necesita de un ingrediente para iniciar su particular guerra: el odio. Ningún otro ingrediente es tan volátil y abundante como éste; todos hemos sido odiados en algún momento de nuestra vida, o lo seremos en el futuro, por motivos que escapan muchas veces a nuestra comprensión. Todos hemos odiado, contamos con ello, y también con la fugacidad de su influencia. Pero a veces sucede que el odio se enquista en una persona, hundiéndose y pasando a formar parte de su torrente sanguíneo. Estas personas se convierten en títeres de su lado más sádico y repulsivo. Obligadas a evacuar el veneno que las consume por dentro, buscan la fuente de su sentimiento, la persona que despertó en ellos el celo, la envidia, el deseo de imponerse, y se afanan en destruirla. De este modo, con una chispa tan mundana, comienza el acoso. Actualmente, la red se ha convertido en un caldo de cultivo más que idóneo para este tipo de práctica; la sensación de impunidad, la aparente seguridad que ofrece a los atacantes, la convierten en el perfecto torreón desde el que disparar contra las víctimas. Los casos se cuentan ya por miles, todos con un perfil casi idéntico: sujeto resentido se sirve de blogs, mails, o redes sociales para ensuciar el nombre de la víctima, tejiendo alrededor de esta una telaraña de embustes y calumnias que acaban aislándola, y convirtiéndola en un blanco aún más fácil para sus ataques. Por norma general los ataques cesan cuando el entorno reacciona de forma saludable, ignorando los argumentos del atacante y recelando de sus intenciones, pero esto no sucede casi nunca. La mayoría de los testigos miran hacia otro lado, o jalean favorablemente el comportamiento del acosador, por considerarlo divertido y hasta justo. Esta masa gris e indecisa se acaba convirtiendo en cómplice del agresor. También es bastante común encontrar personas que se sirven de los ataques del acosador para sus propios fines. Esta es la triste verdad, éste es el entorno al que se enfrenta la víctima.
Una situación de ciberacoso puede durar años. La ley es lenta y estos criminales se aprovechan de esto. A menudo la víctima termina somatizando la frustración y la rabia contenidas, padeciendo de fuertes ataques de ansiedad que en la mayoría de los casos necesitan de tratamiento. Su entorno laboral y social se verá terriblemente afectado, y se topará con cientos de muros infranqueables que considerarán su caso un problema tonto de fácil solución. Todas las víctimas lo explican del mismo modo: "hay que vivirlo para conocer su importancia". Son muchos los casos que han terminado en suicidio, otros se alargan en el tiempo como un infierno mudo e invisible que nadie tiene en cuenta. Siendo conscientes de esta realidad, CRIMINALES EN LA RED pretende dar espacio a todas esas personas que están viviendo un caso de ciberacoso, y también a todas las que quieran denunciar contenido inadecuado u ofensivo en blogs, webs o redes sociales. Este blog carece de poder judicial para poner fin a los ataques, pero sí servirá para advertir a otras personas sobre comportamientos delictivos y evitarles así tropezar con la misma piedra. Paremos entre todos este abuso.







3 comentarios:

  1. ESTO ES COPIA DE LO QUE YO ESCRIBI, COPY CAT
    MI BLOG, ACOSO, ALGO MUY SERIO

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  2. El acoso siempre es acoso, amiga Maria.

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  3. ojalá hubiera muchos blog sobre el tema, y la gente se concienciara que los acosadores son de alguna manera asesinos, porque acaban con todo lo que te rodea y algunas veces con la propia vida de la victima.

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